Manualidades para peques, la puerta del ratoncito Pérez

El mundo mágico de los niños no tiene fin. Son capaces de hacer que cualquier objeto parezca algo especial, sacado de un cuento de hadas. Así lo ven ellos.  Precisamente por eso, hoy os mostramos una idea que nos ha encantado. Una puerta en miniatura capaz de colocarla en cualquier rincón de la casa.

La idea es crear varios puntos así en el hogar, para que los pequeños puedan especular, pensando quienes serían capaces de entrar por esa puertecita. Quizá el ratoncito Pérez, quizá alguno de sus juguetes que ha cobrado vida y ha decidido independizarse y salir por las noches a dar una vuelta.

Para ello es necesario comprar puertas en miniaturas. A no ser que seáis capaces de hacerlas vosotros mismos con madera, claro. Quizá seáis unos virtuosos, pero lo cierto es que los modelos que se venden por internet son tan bonitos, que seguramente muchos no tendréis opción ni podréis resistiros.

Si no queréis comprar por internet, también podéis acudir a cualquier tienda de maquetas o quizá en alguna juguetería.

Si la puerta os parece sosa, no pasa nada. Una vez tengamos nuestra entrada en miniatura podremos pintarla del color que queramos. Quizá un color fuerte sea mucho más llamativo, y si la pared donde la vamos a poner es blanca, el contraste será mayor.

La forma de pegar esta puerta en la pared es sencilla y limpia. Podemos optar por la cinta adhesiva de dos caras o blutac.

El lugar ya depende de cada uno. Podemos colocarlas a ras de suelo, para que nuestros misteriosos amigos no tengan mucho trabajo a la hora de acceder a ella. También podemos colocarla encima de un rodapié, ventana, estantería y cualquier lugar que se nos ocurra.

Una idea que nos ha encantado también, es la de colocar detalles en estas puertas. Detalles en miniatura, obviamente, pero que quedarán realmente bien. Podéis integrar un buzón, para que la correspondencia llegue diariamente, o quizá algún felpudo en la puerta de entrada, que de la bienvenida.