Decora una habitación infantil que estimule el desarrollo (III)

En esta tercera y última entrega, seguiremos brindándote consejos para hacer del espacio personal de los niños un lugar que estimule el desarrollo temprano de competencias y habilidades imprescindibles en su crecimiento. De esta forma logramos que la habitación sea una yuxtaposición maravillosa de funcionabilidad y estimulación. En esta oportunidad te aconsejaremos qué elementos emplear para incrementar el sentido de identidad y pertenencia, así como también el orden y estructura.

Unos de los aspectos más importantes a la hora de decorar una habitación infantil orientada al desarrollo de ciertas competencias es no recargarla, pues podría ofrecer el efecto contrario. Mantener la decoración sobria, centrada en dos o tres aspectos sencillos es suficiente. A medida que crezca el niño podremos centrarnos en estimular más un aspecto u otro.

El sentido de identidad y pertenencia es importante en la construcción de la personalidad y la auto-percepción. Sentirse parte de un espacio y de un grupo familiar sin diluirse en él, manteniendo la individualidad, ayudará a que el niño cimente su personalidad y autenticidad con firmeza, mejorando su autoestima. Un detalle sencillo pero con mucho peso es colocar en un lugar visible de la habitación o en la puerta su nombre, sobre todo si es una habitación compartida, sabrá que ese es su lugar personal además de estimular las competencias verbales.

Por otra parte, contar con espacios de almacenamiento como cajones y repisas para sus juguetes y pertenencias le ayudarán a crear la habilidad de la estructura: sabrá que para poder jugar tendrá que sacar sus juguetes de determinado espacio y al terminar, volverlos a colocar. No sólo contribuirá a mantener la pulcritud del hogar, sino que alimentas el valor e importancia del orden.

El color de las paredes y la decoración también juega un papel importante. Trata que la paleta de colores empleada sea suave y calma, y da detalles vibrantes con otros elementos que puedan guardarse o cambiarse en caso de ser necesario a la hora de invitar al descanso. Del mismo modo, evita tener aparatos de televisión dentro de la habitación, al menos durante los primeros años; así lograrás controlar los programas que ven y fomentarás la interacción familiar.