Una manzana con forma de patatas fritas
¿Cansada de que tus hijos no coman fruta? Seguro que la cosa cambia si les proponéis comer una deliciosa ración de patatas fritas; y es que a los pequeños les encantan este tipo de platos, aunque desgraciadamente no sean muy sanos, ni para ellos ni para nosotros. Hoy os proponemos un juego, en el que quizá, con un poco de suerte, podamos engañar a los más pequeños. Se trata de convertir una manzana en una auténtica ración de patatas fritas. ¿Cómo? Con mucha imaginación y un poco de destreza.
Para hacer este plato, vamos a necesitar una manzana roja, de las grandes y bien lustrosa. También necesitaremos un cuchillo pelador y unos palillos. Por último, deberemos armarnos de paciencia, pues aunque este sea un postre a base de fruta, su preparación nos costará un poco más que hacer una simple macedonia.
Tomamos nuestra manzana y el pelador. Tenemos que intentar, para empezar, quitar toda la piel sin romperla, tal y como se ve en la foto. Quizá debamos practicar con unas cuantas manzanas. Aun así, no tiene mucho secreto. Un pulso firme, no importa si al pelarla nos llevamos un poco de manzana, esto hará que nuestro soporte, la caja de patatas, se vea más firme y no se desmorone.
Cuando ya tengamos lista nuestra caja, podemos marcarla por delante haciendo una M gigante, para emular un poco más a las patatas fritas que tanto enloquecen a los peques.
Es momento de ponerse en serio con la manzana. Tendremos que trocearla cuidadosamente como si se tratara de gajos de patatas. Después, cuando los tengamos listos, tendremos que ir clavándolos uno a uno en palillos. Este soporte nos ayudará a introducirlos después en su curioso recipiente.
Como veis, el resultado es de lo más divertido. Seguro que los pequeños mirarán con otros ojos esta pieza de fruta.
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